Para entrenar

viernes, 9 de julio de 2010

XIX TRIATLON CIUDAD DE JUMILLA

Por segundo año consecutivo participo en esta bonita prueba que además me viene al pelo ya que la tengo al lado de casa y puedo competir y volver a tiempo para liarme en la cocina. Personalmente prefiero nadar en aguas abiertas pues mi condición de claustrofóbico me hace agobiarme durante las salidas y en el mar siempre puedes alejarte un poco más del lio. La organización me gustó más el año pasado, claro que también eramos menos pero si se podían recoger dorsales a partir de las 7'30 de la mañana es lógico que los aseos estuvieran disponibles también a partir de esa hora. Y quien compite sabe de los apretones que favorecidos por nervios y desayunos inapropiados nos hacen buscarlos a ritmo de 3'15 . A las 8:30 abrieron los de las gradas y no tenían puerta ni cadena en la cisterna por lo que compartimos nuestros momentos más íntimos entre truenos. También a los que nos tocó en la última manga tuvimos que esperar más de tres horas lo cual nos puso más nerviosos todavía y sin comer desde el desayuno  a las 7 de la mañana nos dejó en inferioridad de condiciones ante los tiempos de las primeras mangas. Yo intenté comerme unas galletas que mi hijo se había dejado en el coche y estuve 10 minutos sin poder hablar del pegamento que se me hizo en la boca con lo que desistí.
En cuanto a mi carrera volví a dejarme el ventolín y otra vez ataque de asma con los nervios. Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra, pues ese soy yo. A pesar de todo conseguí salir de la piscina algo mejor que el año anterior pero tres minutos más de mi tiempo habitual en carrera. En bici también he mejorado algo pero estaba agarrotado por la falta de entrenamiento ya que hacía dos semanas que no había hecho nada pero bueno eso es lo que decían todo el resto de mentirosos que salieron conmigo y que iban como las balas. Ahora bien las transiciones "de libro". Deberían dar puntos o un premio a la mejor transición y seguro que me hubiese ganado algo. Pero claro, esos segundos extra de poco me sirvieron con terminator y sus secuaces que siempre me hacen pensar que me compré una mierda de bici o que me la dieron con un defecto de casa que hace que corra la mitad. Cuando bajé de la bici, me dí cuenta del tremendo calor que hacía a esas horas (12'30 y achicharrante) así que aproveché cuantas botellas de agua me dieron para vaciarlas en mi cabeza por temor a morir fulminado por un golpe de calor. Acabé chupando las esponjas que nos daban a mitad de vuelta. A pesar de mi calvicie se empeñaron en regalarme una goma para el pelo a cada vuelta y tras completar las tres vueltas que hice eso si, con el mejor estilo que pude entré triunfal en una meta carente por completo de público y resto de corredores que se refugiaban de la canícula reinante bajo los toldos. Un aplauso al speaker que aguantó como un jabato en la meta y que todavía tuvo el arrojo de cantar mi nombre cuando pasé bajo el arco. En fin uno más, me alegré de ver a algunos amigos y conocí otros lo cual no sucede a menudo encerrado en la cocina de mi restaurante.
La conclusión final es que bajé cuatro minutos en relación al año anterior, lo cual quiere decir por una simple regla de tres que para estar entre los tiempos que hace la gente de mi edad necesitaré al menos 6 o 7 años de duro entrenamiento. Así que me voy a entrenar que no tengo tiempo que perder.


Mención especial a José Augusto Lopez que pronto estará entre los mejores y que hizo una gran remontada en bici y corriendo.