Bernarda Angulo, histórica socia y nadadora del Club Natación Metropole, falleció este lunes, día 9 de noviembre, a los 97 años de edad. Su singular trayectoria deportiva es todo un ejemplo de superación. A pesar de iniciarse en la natación a los 45 años de edad, esta madre, abuela y bisabuela logró infinidad de triunfos de primer nivel para Canarias y para la entidad metropolista, como sus tres plusmarcas mundiales en la categoría de 95-99 años.
Bernarda Angulo nació el 21 de marzo de 1912 en Las Palmas de Gran Canaria. A los 80 años de edad empezó a competir en la categoría máster. Gracias a este deporte viajó por todo el mundo para competir (Europa, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Marruecos...). Destacó en las especialidades espalda y crol, aunque le ‘pegaba’ a los cuatro estilos.
El carácter afable de Bernarda Angulo le permitió hacer muchos amigos. Su singular historia caló en la sociedad canaria y más allá de nuestra fronteras. Recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. La noticia de su fallecimiento deja gran consternación en el deporte canario, en el que su nombre figura en un lugar de honor.
Bernarda era un ejemplo de vitalidad, de no tirar la toalla, de seguir siempre mirando hacia adelante, de que las mujeres pueden si quieren, en fin, de tantas cosas que su pérdida no empaña la lección que nos ha dado. Cuando uno se va así, se va con su vida plena y llena de sentido. Un beso Bernarda allí donde estés, que espero encuentres tu mar y tu sol que te acaricien.
Bernarda Angulo nació el 21 de marzo de 1912 en Las Palmas de Gran Canaria. A los 80 años de edad empezó a competir en la categoría máster. Gracias a este deporte viajó por todo el mundo para competir (Europa, Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Marruecos...). Destacó en las especialidades espalda y crol, aunque le ‘pegaba’ a los cuatro estilos.
El carácter afable de Bernarda Angulo le permitió hacer muchos amigos. Su singular historia caló en la sociedad canaria y más allá de nuestra fronteras. Recibió la Medalla de Oro al Mérito Deportivo de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria. La noticia de su fallecimiento deja gran consternación en el deporte canario, en el que su nombre figura en un lugar de honor.
Bernarda era un ejemplo de vitalidad, de no tirar la toalla, de seguir siempre mirando hacia adelante, de que las mujeres pueden si quieren, en fin, de tantas cosas que su pérdida no empaña la lección que nos ha dado. Cuando uno se va así, se va con su vida plena y llena de sentido. Un beso Bernarda allí donde estés, que espero encuentres tu mar y tu sol que te acaricien.
.JPG)
.JPG)
.JPG)
.JPG)
.JPG)
