Lyle Langlois comenzó a hacer deporte cuando tenía 50 años y no ha parado de sumar retos.
"La vida comienza a los 50". Ese es el lema que acuñó el estadounidense Lyle Langlois En 1979. Este profesor de instituto del estado de Colorado cambió radicalmente su vida cuando llegó a la barrera del medio siglo. Decidió hacerse deportista y se puso como meta conseguir correr un maratón.
Todos los días de enero corría 1,5 km, todos los días de febrero subió a 3, en marzo a 5, en abril a 8 y así hasta que se vió preparado para hacer un maratón en menos de 4 horas. No lo consiguió en la primera ocasión pero en la segunda ya lo rebasó con holgura. Años más tarde sumó 50 maratones en 50 estados de EE.UU.
Su vida en los últimos 30 años ha estado salpicado de retos pero ha sido en los últimos 10, entre los 70 y los 80 cuando ha dado una lección memorable al mundo. Ha realizado 100 pruebas de resistencia y entre ellas cabe destacar 30 triatlones olímpicos y un ironman.
Lyle es un tipo sin límites y no tiene claro si " se hace deporte porque uno está sano o se está sano y uno hace deporte". En sus "locas" aventuras por el mundo le sigue su esposa Martin, de 87 años, que ha ascendido montañas con él o ha recorrido países en bicicleta.Su última ocurrencia es celebrar su 80 cumpleaños ascendiendo a una montaña de 3.500 metros donde le esperarían sus trece nietos en la cima con un desayuno.
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