Para entrenar

domingo, 7 de junio de 2009

LOS CONTRATIEMPOS

El Sábado pasado debía disputar el VI Triatlón Ciudad de Denia. Todo estaba listo. Los entrenos intensivos para bajar los 750 metros de natación a 13 minutos y suficiente bicicleta y carrera para disfrutar sin sufrir demasiado. A las 16'10 se da la salida y cuando no llevaba ni cien metros el Asma me paraliza. Como puedo llego a la primera boya donde se encuentra la lancha de protección civil y levanto la mano. Una rápida carrera en lancha hasta el puerto y otra en ambulancia hasta el Hospital será todo lo que corra hoy. Llegar el último no me importa ya que hago ésto por puro placer de entrenar y mejorar lo que mi edad me permita pero cuando llegan los contratiempos se queda uno descolocado.
El Asma me acompaña desde mi mas tierna infancia y solo algunas veces me manda al hospital pero ¿por qué tenía que ser el Sábado en plena prueba? Las razones todavía tengo que analizarlas ya que la ansiedad de la competición puede ser el detonante de una crisis o quizá que hice 150km con las ventanillas del coche abiertas por el calor. En fin eso ya lo analizaré con calma. Lo que me toca ahora es digerir la decepción, algo que no entrenamos ni viene en manuales pero que acompaña al atleta y al que no lo es a lo largo de su vida.
A veces es que la inscripción no llegó a tiempo, o que se traspapeló, o te dejaste algo olvidado en casa o simplemente que ese dia te toca trabajar o no te arrancò el coche. El caso es que amenudo las cosas no salen como planeamos y eso nos rompe los esquemas. Y aunque no pude evitar una lágrima de pena por una prueba largo tiempo deseada, decidí afrontarlo con la actitud firme y positiva del deportista.
Si analizo el camino recorrido hasta el dia de la competición veré que he disfrutado todos y cada uno de los entrenamientos y que en cada sesión me he sentido privilegiado por estar bien de salud, con pocas lesiones, por disponer de tiempo para hacerlo y en ocasiónes por compartir un rato de trote o bici con algun compañero del Club de Atletismo ya que las cosas compartidas se disfrutan el doble. En definitiva, es el camino, el dia a dia, la motivación, la perseverancia y la lucha por lo que amo lo que me hace tan felíz y lo que convierte al triatlón , en mi caso, en una manera de vivir, sana y apasionante.
Viendolo de esa manera el contratiempo del Sábado es solamente una anécdota, que me hará más fuerte y que empezaré a olvidar mañana, en cuanto mis zapatillas vuelvan a los polvorientos caminos Pinoseros en busca de mis sueños a un ritmo cómodo de 5 minutos el kilómetro.

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