"MACHADA" EN SIERRA NEVADA

Hoy tenemos una crónica de lujo sobre la aventura de cuatro Pinoseros en la "Sierra Nevada Límite Road 09" una prueba que como su propio nombre indica lleva a los corredores a esforzarse al límite para intentar terminar sin morir en el intento en un paraje maravilloso pero con altitudes donde el oxígeno no lo encuentras ni en los chiringuitos y los desniveles y las pendientes a superar imponen respeto (y a un servidor "pavor")

Y pasamos a la crónica que ha tenido la amabilidad de enviar Francisco Vidal Deltell cumpliendo con la promesa que me hizo la semana pasada no sin antes felicitar a Francisco, al Bala, Tomy y Roberto por su participación en semejante "Machada" y por darnos esa sobredosis de motivación en estos dias de calor.

Me es bastante difícil explicar lo sucedido en el dia de ayer, el 4 de Julio de 2009, y es que no estoy acostumbrado a vivir situaciones tan al límite que me obliguen a abandonar por motivos físicos, como así sucedió. Los que me conocen saben que aunque no poseo una genética envidiable ni un estado de forma óptimo, y entreno menos de lo que debiera y no cuido mi alimentación, mi pasión por el deporte del ciclismo me hace siempre dar el 100% de mi mismo y no cesar en el empeño de llegar a meta sea como sea; pero esta vez la historia fue diferente.
Os cuento: la Sierra Nevada Límite Road es la 1ª edición de una marcha cicloturista que consta de 3 pruebas diferentes a desarrollar en todo el fin de semana, es decir, una marcha cicloturista de 95 km. y un ciclomaratón de 202 km. a realizar el sábado y la mítica subida al Pico Veleta de 42 km., a realizar el domigo. Nosotros, la expedición pinosera de 4 integrantes optamos por la versión larga, excepto nuestro amigo Roberto González (“Rap”), que inteligentemente participó en la versión corta.

Pues bien, 40 km. de descenso para empezar a las 7,30h de la mañana, y a partir de ahí 160 km. con tres subidas bien diferenciadas, pero sobre todo unos 30 km. finales en los que se debía superar 1400 m. de desnivel ascendente casi sin ningún descanso, a avanzadas horas del dia con temperaturas cercanas a los 40ºC, la altitud propia de Sierra Nevada, pero sobre todo un tramo de varios kilómetros con pendientes del 15%, y eso, después de 180 km. en las piernas, fue demasiado para mí.
Hasta el punto de que, tras sufrir no menos de 10 calambres en músculos que ni yo mismo sabía que poseía, caminar varios tramos a pie empujando la bicicleta y padecer algún episodio de lipotimia hasta casi perder el conocimiento, decidí retirarme.
Al llegar a meta en un vehículo de la organización, allí me estaban esperando mis compañeros: Óscar Vicedo (“Bala”), Tomy Verdú y Roberto, además de Noemí, esposa de Tomy que nos acompañó todo el fin de semana. Todos ellos con mucha mejor cara que yo, habían podido finalizar la prueba, pero me confirmaban que era lo más duro en lo que nunca habíamos tomado lugar sobre una bicicleta.
Sobresaliente la organización en su labor, y en un entorno natural precioso, a parte de buen ambiente ciclista y mejor compañía, he de confesar que lo único que falló fui yo mismo, lo cual no me hace sino estar más motivado para la siguiente ocasión en que me enfrente a la prueba más dura y la primera que, de momento, me ha derrotado.
Os la recomiendo si sois de los que, siendo buenos fondistas, además poseéis ese toque de masoquismo que nos caracteriza a los ciclistas.
Un abrazo.