Tengo un hermano mayor que se llama Alvaro, tan polifacético, que nunca deja de sorprenderme. Hace unos meses , viendo la toma de posesión de Obama en la tele, quedó impactado por el aspecto juvenil y fibroso del Presidente , apenas un año más joven que él y se sintió envejecido, gordo y fofo y pensó que si ese hombre no solo estaba hecho un fleje sino había llegado a presidente de la nación más poderosa de la tierra, cómo no iba a ser él capaz de adelgazar y ponerse en forma.
Dicho y hecho. Al dia siguiente empezó un severo régimen y comenzó a caminar perdiendo 12 kilos en cuatro meses. Fué entonces cuando redescubrió la bicicleta, olvidada desde la adolescencia, comprándose una barata de Decathlon para ir en bici al trabajo que está a unos 10 kilómetros de su casa. Dia a dia fue picándose y subiendo puertos con una bici de paseo de 170 euros. Pero al pasar por delante del escaparate de una tienda de bicis quedó prendado de una "Flaca" de carretera y dio el paso.
Hoy, siete meses más tarde realiza salidas de 130km con chavales a los que les dobla la edad, su aspecto ha cambiado como de la noche al día y se siente mejor y más pleno. Hasta su mujer dice que le ha cambiado el carácter. Con 49 años recupera la suficiente forma como para correr y jugar con su hijo sin morir extenuado y para subirse a Aitana durante la Vuelta ciclista a España de éste año para ver el final de etapa.
Si alguien se mira al espejo y ve lo mismo que vió mi hermano y no le gusta, aquí está ésta historia tan real como la vida misma para hacerle reflexionar y convencerse de que todo es posible. "YES WE CAN"
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