Lo sabía. Sabía que no podría resistirse una vez allí. Amparo, una amiga suya y su hermano Carrasco han corrido en Altea en una carrera multitudinaria con 600 adultos y 400 niños que se dice pronto. Además les ha gustado el recorrido que ha ido junto al mar y eso siempre se agradece, sobre todo a los que vivimos en el interior. Anotamos la carrera para el año que viene pero me temo que volveré a trabajar ese dia. Aqui van un par de fotos. Ya era hora que alguien enviara algo, gandules, que ahora que salvo el de mi madre todos los móviles tienen cámara de fotos no hay excusa para no enviar alguna foto guapa de la carrera o de la torre de la iglesia de donde habeis corrido.
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